El vacío de
mi interior pide ser rellenado esta noche. Necesito escribir sobre algo, pero
no sobre algo en vano, no algo vacío, sino, algo que logre al menos reavivar lo
más profundo de mí durante unos segundos. Pues nada es eterno.
Nada es
eterno, siquiera la canción que logra hacerme despertar, que logra hacer que
mis dedos resbalen por el teclado y formen palabras. Palabras vacías, sin
sentido, palabras que un día sonaron como un eco profundo en mi fortísimo
interior.
No sé lo que
digo. No sé lo que quiero decir. Solo quiero mantenerme ocupada para no hablar
de las mismas chorradas de siempre. Amor, dolor, amor, dolor. Sentimientos de
los que no puedo dejar de tratar de explicar sin haberlos llegado a sentir jamás.
“¿Quién te
querrá?” “¿Quién te hará daño?” ¿Acaso le importa a esta página en blanco?
¿Acaso me importa a mí realmente, cuando lo que todo el mundo desea es
mantenerse apartado de ambos? O bien, desean indagar sin llegar al segundo
extremo, extremos opuestos.
Y yo estoy
aquí, exigiendo dolor, exigiendo amor. El fin es ambas palabras escritas de
forma inversa.
¿De qué
sirve mentir? ¿De qué sirve decir que deseo mandarlo todo a la mierda? Si lo
que realmente quiero es vivir. Pero vivir completa.
De nuevo
esta canción. ¿Conocéis el momento en el que sube algo por tu estómago, repta
por tu garganta y trata salir en forma de palabra? Olvidadlo. Solo tened en
cuenta las palabras que no han salido de entre vuestros labios. Es eso lo que
siento. Una oscura fachada, una persona masoca que odia ser lo que es casi
tanto como lo ama.
Una vez
retire los dedos del teclado y suba la vista para leer lo que acabo de
escribir, seguramente sin sentido, sin tener nada que ver una cosa con la otra,
me ría de mí misma. Pero esto es lo más sincero que me ha salido esta noche.
“I love you
for a thousand years”, ¿Pero qué mierdas dices?
¡NADA DE AMOR, NADA DE ETERNIDAD, SOLO QUIERO
SENTIRME COMPLETA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario