Y tú, ¿Eres o pareces?

miércoles, 1 de febrero de 2017

No te rindas.

Rememoro cada instante y me sale una sonrisa idiota.
Me acuerdo de tus tonitos de voz al hacerme burla, al reírte de mí para mí, de tus tonterías sin vergüenza alguna, de tus muestras de confianza burdas (aquí huele un poco mal, capitán...) y de tus mil y un apelativos cariñosos que me hacen sentirme cada vez más niña y me llenan de energía.

¡Que viva el arroz con gambas, mi calamar amelocotonado!

No puedo dejarte ir, ni pienso hacerlo.


Pienso usar mi espada láser para luchar contra todo esto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario