Y tú, ¿Eres o pareces?

miércoles, 10 de febrero de 2016

Preámbulos.


El poder de convicción.
El saber estar, perder los papeles de vez en cuando.
El saber reírse de uno mismo.
El no poder controlarse, guiarse por impulsos.
Pegar un grito, sin sentido, desfogarse, por necesidad.
Soltar lo que dices, sin tener miedo.

Sentirse bien con uno mismo.
Sentirse poderoso.
Tener ambición.
Valorarnos, querernos.
Aceptarnos.
Saber que no tenemos límites.
La seguridad en uno mismo.
Tener gente en la que confiar.
Ser querido, sentirse querido.
Al igual, conocer el odio, el miedo, las cosas negativas, las cuesta abajo, las malas sensaciones...

Tú.

Sentirte libre, sentirte completo, sentirte tú.
Una risa nerviosa en un momento delicado.
La inteligencia, la belleza, el arte, los sentidos.
Las heridas, el daño, los moretones, la saliva, el calor, el frío, el sudor.
El sonido de una sonrisa silenciosa, una carcajada inquieta.
Una buena mente.

Un silencio largo.
Un gemido ahogado.
Una lágrima muda.
Una risa plena.

Disfrutar.
Vivir.
Reír.
Llorar.



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