Y tú, ¿Eres o pareces?

lunes, 10 de octubre de 2016

Miedo.

El aleteo de una hermosa pero delicada mariposa. 
El "pero" siempre después de lo positivo, dejando claro que nunca podrá faltar la heridita que escueza.

Será que no estoy acostumbrada y no comprendo como estoy teniendo tanta suerte esta vez. Será que tengo miedo a volver a meter los pies en el fango y salir con éste cubriéndome hasta las orejas... O puede ser que me sienta demasiado yo y sea eso lo que realmente me aterre...

Necesito una buena dosis de confianza en mí misma. 
En vena.

 Siempre supe que estas cosas acabarían pasándome factura... 
Y aquí estoy, abriendo la caja de dudas inexistentes, dudas que yo solita he creado por no ser valiente.

 Odio la sensación de ser tan gafe, tan pésima jugadora... Pensar que acabaré cayendo en el porcentaje casi imperceptible de "van a salir mal las cosas".
Y todo es mi culpa.

La misma historia una y otra vez... 
Me estanco cuando desconozco, cuando dudo, cuando no controlo la situación y me pierdo.
Y comparto mi inseguridad.
Y la cago. 
Otra vez. 
Y no quiero.

 Soy idiota. 
Una idiota incapaz de pensar que las cosas, por una vez, van a salir bien.
 Incapaz de pensar que al fin alguien ha decidido ofrecerme su mano sin esperar nada a cambio. Idiota por dudar. 
Idiota por querer ser un poco menos cobarde de una vez por todas y que me tiemble la voz al decir lo que pienso.


No hay comentarios:

Publicar un comentario