Y tú, ¿Eres o pareces?

jueves, 23 de junio de 2016

Escueces.

Muerdes como los animalitos, quizás por eso me gustas enganchas tanto.
Es un mordisquito suave, un leve rozar de lengua y apretar de dientes, no mucho más que la picadura de un mosquito. Justo la intensidad necesaria para dejar marca.

Y joder, como escueces.
Lo dejas en el aire, lanzas la piedra y escondes la mano
 consciente de que he sido testigo de tu movimiento.
Me das en las narices;
 te ríes de mi frustración cuando confieso que odio las medias tintas,
 que me muestras sin pudor el grado de disfrute del que gozas una vez me retuerzo.

Me desespera verte sonreír de ese modo, como si fueses el rey de todos los reinos creados y por crear, como alguien inigualable, como alguien superior, con poder, con la manzana envenenada como as bajo la manga, como un jugador que conoce ya las reglas del juego y por lo tanto, juega con ventaja.


 Espero con ansia el jaque mate.


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