Y tú, ¿Eres o pareces?

domingo, 1 de noviembre de 2015

Los golpes que conocemos.



Shhh… Shh… Tranquilízate. Deja de temblar. Me gusta perder mi tiempo contigo.
Debo estar haciéndolo mal, porque cada vez lo disfruto más.
Yo sueño con verte muerto, tú sueñas con matarme.
¿A qué punto vamos a llegar?
¿Tienes frío? Puedo mantener tu calor corporal, incluso elevarlo.

Los golpes que conocemos.

Otra vez. Has despegado los labios pero no has dicho nada.
¿Te arrepientes? ¿Deseas arrepentirte? Te preocupas.
Claro que sí, yo también me preocupo por ti.
Eres mi pequeño juguete de madera… El más perfecto, el más antiguo... Mi primer juguete.

Déjame confundirte un poco más, déjame compartir contigo aquello que es solo mío.
Déjame hacer mis mayores guarradas, mis cosas prohibidas, delante de tus cansados ojos.

Y hacerte temblar, y que tiembles.
Y que no sepas que contestar, y que tartamudees.
Odias no poder frenarme. No. Odias no poder frenarte.

“Me gusta confundirte. Me gusta dejarte sin palabras, y que no sepas qué contestar, o qué pienso. Me haces sentir… completa.”



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