Y tú, ¿Eres o pareces?

martes, 1 de junio de 2021

Epístola a alguien que otra vez se va.

Cada vez siento que es más cierto eso que dicen de que cuando estás triste tiendes a escuchar música triste. En mi caso también me sale escribir cuando estoy triste, y por ello, plasmo esta tristeza. 

Aunque llevaba mucho tiempo sin hacerlo, creo que a veces es necesario enfrentarse a lo que nos da tirones. Y aquí estoy, aunque, esta vez, no sé si me siento triste. 

He pretendido disimular mis emociones con el objetivo de frenarlas un poco, eso de "fingir que estás bien para acabar por creerte que estás bien", ahora siquiera me permito llorar. Ya lo he hecho demasiado... Aunque si lo hago, solo dejo que sea en la ducha, para camuflar un poco el desbordamiento y al salir y secarme por completo, también secar mi interior y volver a plasmar mi extinción de emociones y mostrar pasividad y calma. Sigo pensando que nunca terminará por funcionar... Pero al menos aparento que sí y sigo con mi vida, hacia delante.


Sigo pensando que no debo más explicaciones, que por ello la última conversación fue una cobarde despedida abrupta, brusca, y lo he aceptado. Lo he aceptado porque sé que nunca he mentido; sobre quien soy, sobre como me siento y he sentido, sobre lo que he prometido, sobre lo que he reflexionado y he decidido, o cambiado si ha sido necesario. No me creías tú, pero al menos, sé que esto lo escribo para nadie, y que no necesito demostrar nada a nadie diciendo esto, más que soltar lo que necesito soltar.


Siempre lo he intentado. Siempre he luchado. Puedo decir sin miedo a nada que he sido leal, tanto de manera física como mental. No he tenido la necesidad de buscar algo que ya sentía que podía tener.


Supongo que eso hoy en día no es suficiente. O al menos, para algunas personas no lo es. Repetiría la frase "estoy cansada de luchar contra molinos de viento", pero estoy cansada también de darle vueltas a algo que solo he querido yo. Probablemente, y en contradicción, también volvería a intentarlo, manteniendo siempre la esperanza de que algún día me creyeses; me conocieses de verdad. Supongo. 

Me seco las lágrimas y vuelvo a la realidad; soy una persona fuerte y sigo hacia delante.

En algún momento sé que te darás cuenta de ello y eso me consuela.