Y tú, ¿Eres o pareces?

jueves, 19 de marzo de 2020

Ser lo que sientes, sentir lo que eres.

Elevó la mirada, paulatinamente, a trompicones. Realmente no estaba mirando nada, aunque sus ojos querían decir todo lo contrario. Parecían estar recordando cada ápice de su vida en ese instante, pero estaba vacía. Niña de ojos expresivos. Hablaban más que ella.

Cogió una bocanada de aire, despegando los labios, y suspiró muy suave. No sabía, de nuevo, qué había sucedido. No sabía como había llegado hasta allí, ni como se había vestido, ni como se había pintado los labios, ni como se había mirado al espejo al levantarse, siquiera recordaba levantarse. Perdió la noción del tiempo cuando se dejó llevar, una vez más, por lo que sentía. Solo sabía que debía estar ahí, que todo lo que había pasado tenía que pasar, y que lo que tuviese que venir, vendría. Ella había cumplido. En algún momento la vida había decido ponerla en aquel instante, en aquel lugar, y así había sucedido.

Sonrió.

Sintió ese vuelco del corazón que solamente sucedía cuando sentía que había hecho lo que quería hacer.

Así era ella. Ella de verdad. Ella era lo que sentía, y sentía lo que era. Ella.

Se dejó caer sobre la mesa, en calma, y cerró los ojos de nuevo.