Y tú, ¿Eres o pareces?

lunes, 24 de julio de 2017

'cause of you.

Es mi última vuelta, la última rayita de batería,
el último cruel esfuerzo que debería haber denegado
 antes de siquiera habérmelo planteado.

La última lucecita que parpadea,
 el último fogonazo de láser en la casa del vecino,
 y el último hilo de esperanza, y la última campanada.

Creo en ti.

viernes, 21 de julio de 2017

Verde, color esperanza.

Estoy cansada de vivir recreándome en sueños,
en ilusiones, en promesas y esperanzas.
Estoy cansada de vivir en un futuro aún no creado,
de esperar algo con tanta fuerza que duele cada día más, porque creo.
Porque te creo, y no debería, pero lo hago.

Estoy cansada de sentirme bien y, de pronto otra vez, caer en picado.
Estoy cansada, harta, de vivir en base al "haremos",
y cada vez creo menos en la palabra de la gente,
y cada vez me distancio más y dejo de confiar de todo el mundo.

No sé porqué sigo aquí, no entiendo como aún tengo aguante,
pues sigo en tu trinchera, contra los golpes que me proporcionas con sus promesas vanas.
No comprendo como me mantengo en pie, repleta de heridas, de deseos, de sueños, de ganas de verte, de estar contigo, de disfrutar de nosotros, de compartirlo todo.

La peor parte llegará cuando vea que la espera no ha merecido la pena,
y me quite el casco, pero apriete mi escudo, y musite:
"ya no hay más verde, que es el color de la esperanza".


jueves, 6 de julio de 2017

¿Merece la pena?

Me he prometido mil veces no llorar más por esto, y lo voy a cumplir.
Las últimas veces ya no he llorado por ti, he llorado por mí, y eso no voy a permitírmelo.
No sé qué diantes quieres de mí, ya no sé como reaccionar ante ti, ni ante mí. Pretendo, pretendo, pretendo, pero acabo siendo fachada de nuevo. 
Vuelvo a mis máscaras, a mis estúpidas ganas de recoger la frialdad que un día dejé atrás por y para ti. 
Vuelvo a ponerme el escudo que una vez dejé caer a mis pies para liberar mis brazos con el objetivo de aprender a abrazarte. 

Y no llores más, imbécil. No llores por algo que se ha ido, por mucho que te has empeñado en mantener. 
No llores por algo que no ha sabido valorar lo que tenía, por algo que aún pretende aferrarse a ti pero sin saber porqué.

Deberías ser tú quien manejase los hilos. 
Deberías ser tú y terminar con todo esto de una santa vez antes de que sea demasiado tarde y vuelvas a caer... 
Pero, niña tonta, quieres volver a caer. Nunca has dejado de hacerlo. Aunque sepas que es muy probable que ya no merezca la pena, y que él solo juega contigo.

¿Cómo aún tienes fuerzas para luchar?